(AméricaEconomía.com) Una gran conmoción se provocó en Londres tras revelarse que el gobierno británico perdió dos discos con información confidencial de 25 millones de habitantes.
Ante la ola de críticas, el primer ministro Gordon Brown tuvo que disculparse ante el parlamento e intentó llevar calma a la población al asegurar que la información no se usó para actividad fraudulenta.
"Lamento profundamente y pido disculpas por los inconvenientes y por la preocupación" provocados por el extravío, afirmó Brown durante la sesión semanal de preguntas en la sede legislativa, durante la cual su gobierno fue acusado por el partido conservador de "incapacidad".
Los "bancos han verificado las cuentas bancarias para examinar si hubo actividad fraudulenta y no hay evidencia de que eso haya ocurrido", aseguró Brown.
El ministro de Finanzas, Alistair Darling, también se disculpó: "es un error colosal que nunca debió haber ocurrido", declaró. Asimismo, dijo que bancos y agencias financieras adoptarán medidas de seguridad para evitar casos de fraude.
Las autoridades han señalado que no hay pruebas de que los discos hayan caído en manos de delincuentes. Pero el líder de los conservadores, David Cameron, dijo: "Hoy millones de personas estarán preocupándose por la seguridad de sus cuentas bancarias y la seguridad de los datos de sus familias, pero no estarán sólo preocupados, estarán enojados porque el Gobierno fracasó en su primera tarea de protegerles".
Dos discos con la base de datos completa de subsidios familiares para niños fueron enviados el 18 de octubre por el fisco a una oficina de auditoría, mediante una empresa privada, pero nunca llegaron a su destino.
Entre los datos desaparecidos figuran nombres, direcciones, datos de nacimiento, registros de la seguridad social y en algunos casos detalles de transacciones bancarias de 25 millones de adultos y de niños. Un dato no menor si se considera que la población total británica asciende a 60 millones de personas.
El envío del paquete, encargado a la empresa TNT desde una oficina fiscal en Newcastle a otra de la auditoría nacional en Londres.
Según revela la prensa británica, la información no estaba protegida por contraseñas y el correo se envió sin certificar ni guardar registro. Los responsables de la agencia tributaria no informaron del extravío a Darling y Brown hasta el 10 de noviembre. A su vez, la información tampoco se comunicó a la Policía hasta el día 14, mientras que los bancos no recibieron la alerta hasta el día 16.
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