jueves, 17 de enero de 2008

Hoy día el negocio es prestar dólares fuera a 2% traerlos al Perú, el BCRP me los compra a 2.90, y luego comprar un papel del BCRP que me da 5 o 6%,

Los aprietos del Banco Central

Hasta hace unos meses el Banco Central peruano la estaba pasando piola. A pesar de unas enormes subidas de precios en alimentos y petróleo la inflación local no se había disparado, sólo había empezado a salirse de la banda. Y más importante que esto, era que las expectativas de la inflación de los principales actores del mercado seguían en línea con el compromiso meta del Banco Central. Es decir, alrededor del 2%. Hoy eso ya no es así, y se configura un ambiente en el que el Banco Central está por primera vez desde el inicio del sistema de metas explícitas de inflación.

La idea de ese sistema es servir de guía a las expectativas inflacionarias. Si el BCRP tiene la confianza de la gente, entonces el compromiso es creíble y nadie se inquieta frente a movimientos temporales en los precios de algunos productos. Es decir, si a mi me corresponde fijar un precio no tengo porqué dudar que el ritmo al cual van a crecer los precios de la economía es lo que el BCRP se ha comprometido. Los compromisos son palabras y la confianza en la palabra se gana cumpliendo la misma. Y ese es el aprieto principal que hoy tiene el BCRP. Por una imprudencia y contra el consejo de todos decidieron reducir la meta a 2% cuando nadie se lo estaba pidiendo.

La decisión fue errónea pues se basó en mirar la bajísima inflación de los vecinos y socios comerciales que estaban disfrutando de un período de enorme facilidad. Todos los bancos centrales en el mundo disfrutaron de una desinflación mundial que China e India exportaron en medio de su integración a la economía global. Hoy China e India empiezan a tener inflaciones más altas y por lo tanto ya no exportan presiones deflacionarias sino más bien inflacionarias.

Para complicarle la vida al BCRP, la Reserva Federal está mucho más preocupada en evitar que la recesión que ya empezó en EEUU sea muy prolongada como tienden a serlo aquellas donde buena parte del mercado crediticio está en apuros. Y por lo tanto a pesar que hoy EEUU tiene una inflación que es inclusive mayor que la peruana, la FED prefiere centrar su mirada a la recesión que podría agudizarse en los próximos meses. Esto hará que la FED siga reduciendo su tasa de interés haciendo que el diferencial de tasas de interés entre activos en soles y en dólares se siga ampliando. Podríamos cerrar el año con una tasa de la FED debajo de 2% y con una tasa del BCRP por encima de 6%, a pesar que dicha subida hará poco por frenar la inflación que viene de afuera. Es decir, nos espera un huayco de dólares en nuestra economía.

No sé si todos los que leen esta columna se dan cuenta del negocio que el BCRP está permitiendo. Si yo desde afuera me presto dólares a 2%, lo traigo al Perú, el BCRP me los compra a 2.90, compro un papel del BCRP que me da 5-6%, no hago nada y luego vendo el papel, con el principal más los intereses compro dólares (cuyo precio sin duda será menor que 2.90 gracias al predecible actuar del BCRP) habré hecho plata con dos llamadas telefónicas y sin sudar ni una gota.

Si el BCRP sigue tercamente su política pronto tendremos días en que comprará más de mil millones de dólares al día. La inflación local seguirá siendo determinada por los eventos externos y el ejercicio de tener política monetaria parecerá cada vez más sólo un ejercicio. El BCRP necesita recuperar su credibilidad, su directorio debe salir a explicar que es lo que está pasando, porqué están tomando estas decisiones y porqué la gente no debería angustiarse un tiempo largo con algo más de inflación que la que ellos mismos se habían comprometido. Mientras tanto deberían preocuparse por dos cosas (1) aumentar la demanda por el dólar, y (2) hacer que esos especuladores por lo menos suden la gota gorda haciendo mucho más riesgoso ganar especulando, hoy es plata fácil.
Publicado en El Comercio Enero 16, 2008

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