Empujada por los altos precios de los alimentos y el petróleo, la inflación en América Latina ha comenzado a superar un nivel "confortable" y se erige como el principal reto para los gobiernos de la región. Y mientras los bancos centrales se debaten entre subir las tasas de interés -para cumplir sus metas inflacionarias- y ahogar el crecimiento económico, algunos remedios alternativos están comenzando a surgir para contener el alza de precios.
Programas contra la pobreza, como los implementados en Brasil, y medidas de impulso a la producción de alimentos -como propuso este miércoles el presidente colombiano Álvaro Uribe-, conviven en el botiquín de remedios con el tradicional instrumento de política monetaria que los bancos centrales tiene a mano para combatir la fiebre inflacionaria: subir las tasas de interés. Pero ha llegado la hora de revisar algunos dogmas.
Para Olivier Blanchard, que en setiembre asumirá como economista jefe del FMI, los bancos centrales no deberían subir "fuertemente" las tasas de interés en respuesta a las alzas de precios. El funcionario sostuvo que "las expectativas de la inflación a mediano plazo" deberían seguir firmemente ancladas. Y consideró que un alza de la inflación en el corto plazo es "aceptable" (ver FMI: "Inflación a corto plazo es aceptable")
Es que, como explicó en una entrevista reciente la analista Tamara Schandy, de la consultora Deloitte, cuando los bancos centrales optan por subir las tasas de interés, alientan el ingreso de capitales y eso tiende a apreciar las monedas, "con potenciales efectos negativos sobre la competitividad y el crecimiento". Sobre esa base, dijo, es que están apareciendo iniciativas más heterodoxas.
Brasil, por ejemplo, introdujo impuestos a la inversión extranjera en títulos públicos locales, y "en varios países comenzamos a ver controles de las exportaciones de alimentos y se gestionan acuerdos de precios", sostuvo la analista.
En particular, el Gobierno de Lula ha adoptado un "mix" de medidas para contener los precios. Por un lado, el Banco Central de Brasil subió este miércoles la tasa básica de interés, Selic, en 50 puntos básicos, a 12,25% (la segunda alza consecutiva luego de tres años sin movimientos en la tasa de referencia).
Se trata de una señal importante para mantener la calma en los mercados y especialmente para contener las expectativas inflacionarias de mediano plazo, según coincidieron en señalar varios analistas. Pero esta decisión no sería el único camino: el ministro de Hacienda, Guido Mantega, no descarta flexibilizar la importación de productos alimenticios que estuvieran aumentando la presión inflacionaria, como ocurrió recientemente con el trigo.
En Colombia, el presidente Álvaro Uribe tampoco quiere frenar el impulso de la economía, que en 2007 mostró su mayor expansión en tres décadas. Por esa razón, pidió este miércoles al Emisor no subir las tasas de interés, y propuso un paquete de medidas alternativas tendientes a generar una mayor producción de alimentos y el aumento temporal de las reservas que deben tener los bancos (ver Uribe da batalla a la inflación). La autoridad monetaria ha comenzado a implementar medidas de aumento de encaje marginal (el nivel de reservas que los bancos comerciales deben mantener en la entidad emisora), pero sus efectos aún no se observan en el país.
"Si vemos que la manera de combatir esta inflación es producir alimentos, entonces no frenemos la producción con altas tasas de interés", dijo Uribe. En su país, la inflación se aceleró en mayo a un 0,93%, desde el 0,30% del mismo mes del 2007, presionada por los precios de los alimentos.
México también se debate entre subir las tasas o tomar riesgos y tolerar niveles aceptables de inflación para aumentar la competetividad de sus empresas. El presidente Felipe Calderón sugirió este miércoles que el Banco de México contemplando que el país muestra una inflación relativamente baja- debería bajar la tasa de referencia, para mejorar el acceso al crédito de las empresas mexicanas, que deben competir con sus pares de Estados Unidos, principal socio comercial del país.
El Banco de México mantiene desde octubre en un 7,50% su tasa de referencia, mientras que en Estados Unidos, la Reserva Federal ha estado aplicando recortes a la tasa de los fondos federales hasta el 2,0% actual. Los especialistas creen que el banco central mexicano podría aumentar su tasa referencial, luego de que la tasa de inflación anual se ubicara en el 4,83% hasta la primera mitad de mayo, el nivel más alto en tres años.
Pero el Gobierno presiona en sentido contrario. "Si tenemos inflaciones casi iguales con Estados Unidos, llegamos a estar casi iguales el año pasado, y ahora estamos casi más del doble de las tasas que tienen los americanos, eso también saca de competencia a las empresas mexicanas", dijo Calderón.
Perú, a salvo. Si bien en todos los países de la región hay un consenso generalizado sobre la necesidad de encontrar soluciones a un problema global, algunos pueden dormir más tranquilos que otros. Perú, por ejemplo, se ubica entre los nueve países emergentes menos vulnerables a los choques de inflación, según un ranking de Fitch Ratings realizado sobre la base de 73 países.
Entre los más seguros también se encuentran Uruguay, México y Colombia, gracias a su estabilidad económica y buenos fundamentos macroeconómicos, según Fitch. Ha sido precisamente en estos países donde se aplican medidas menos convencionales contra la inflación. "En Uruguay, por ejemplo, se subieron los encajes. También se recurrió a la política de encajes en Perú", destacó la analista de Deloitte, Tamara Schandy, en un comentario entregado a radio Espectador de Uruguay.
"No se puede pintar la región de un solo color. Por ahora algunos países van por buen camino", dice el economista Daniel Lachman, citado por la BBC. "Me temo que Venezuela y Argentina se han montado a la burbuja creada por la subida de precios de productos básicos o 'commodities', y cuando está burbuja se desinfle veremos las consecuencias de sus malas políticas económicas", opinó. Precisamente, según el ranking de Fitch el grupo de los más vulnerables es encabezado por Venezuela, Ecuador, Bolivia y Argentina. Brasil y Chile se encuentran a mitad de camino.
La situación es preocupante y global, en especial cuando un escenario de inflación pueden alterar el clima de los negocios y aumentar las cifras de la pobreza. No obstante, según explica Nancy Lee, economista del Centro del Desarrollo Global (CDG) "se han visto buenas reformas en la región: los Bancos Centrales tienen más autonomía, el sistema financiero es más estable y no hay grandes deudas". A pesar de los esfuerzos demostrados hasta ahora, la especialista sostiene que la región está mejor preparada para luchar contra la inflación que para sostener el crecimiento económico.
http://beta.americaeconomia.com/finanzas/remedios-para-la-inflacion-3.html
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