domingo, 23 de agosto de 2009

Canciller chileno Fernández niega pacto bajo la mesa con Bolivia



El Jefe de la diplomacia chilena no perdió tiempo para responderle al presidente peruano por revelar un presunto acuerdo entre chilenos y bolivianos que le daría salida al mar a los segundos


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Por César Reyna



El ministro de Relaciones Exteriores de Chile, Mariano Fernández, descartó la existencia de un acuerdo con Bolivia en alusión a las declaraciones del presidente Alan García, quien, de manera suspicaz, dejó entrever un probable entendimiento entre chilenos y bolivianos.


El mandatario peruano expresó que la hostilidad de su homólogo boliviano Evo Morales contra su país tendría origen en un “acuerdo bajo la mesa” con Chile, con el que habría negociado la cesión de territorios para que supere su mediterraneidad.


El canciller chileno reconoció que desde el 2006 “trabajan de manera reservada” con Bolivia en una agenda de trece puntos, entre los que destaca la demanda marítima boliviana, país que perdió sus costas en la Guerra del Pacifico en el siglo XIX. Además señaló que de haber alcanzado algún acuerdo lo darían a conocer.


Tanto al gobierno boliviano como al chileno les conviene mantener en secreto las negociaciones porque sus pueblos son muy nacionalistas y algunos sectores no perdonarían que sus autoridades reciban menos territorio de lo que esperaban o cedan un milímetro cuadrado de su suelo.


Chile enfrenta dos demandas a saber: una formal en la Corte Internacional de Justicia de La Haya presentada por Perú para definir su frontera marítima, y el reclamo histórico boliviano de salida al mar. Esas controversias han impulsado el millonario reequipamiento de las Fuerzas Armadas chilenas, muy cuestionado por las autoridades peruanas, pero no por sus pares altiplánicas.


A pesar del desequilibrio que generan las millonarias adquisiciones militares sureñas, Bolivia no ha presentando una queja ante Chile por desatar una carrera armamentista en la región. Su silencio puede ser indicio, como supone García, de un acuerdo de cesión territorial cuyo contenido desconocemos.


Si Chile ha considerado entregar parte de su territorio es porque desea tener acceso al gas boliviano de Tarija. Como el país de la Estrella Solitaria no tiene reservas energéticas debe importar gas de Argentina, cuya producción ha venido decayendo en los últimos años. También se especuló con recibir suministro de gas de Perú, pero nuestro país no contaría con suficientes reservas y el nacionalismo peruano no lo permitiría. Además, la reciente demanda limítrofe ha enfriado las relaciones a nivel de las más altas autoridades políticas.


Bolivia necesita exportar su gas a través de gasoductos a naciones vecinas para generar divisas y mantener el proyecto revolucionario de su presidente. A cambio del gas, la principal carta negociadora de los bolivianos, demandan una salida al mar que satisfaga sus aspiraciones. Es por ese motivo que Bolivia no aceptaría un simple enclave portuario y comercial, sino un territorio mucho más amplio sobre el que pueda ejercer su soberanía.




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