viernes, 21 de agosto de 2009

Denuncian a Pare de Sufrir

La mujer dice recibir amenazas de la iglesia de origen brasileño. (América TV)


Secta “religiosa” habría cometido varios delitos según la Fiscalía. Iglesia matriz brasileña fue acusada hace dos semanas por lavado de activos como la sucursal peruana

Con el aporte del diezmo de los fieles y la venta de fetiches o amuletos en sus reuniones han conseguido amasar una fortuna nada despreciable

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Por César Reyna



Varios años de cárcel les esperarían a los pastores de la Comunidad Cristiana del Espíritu Santo involucrados en los delitos de asociación ilícita para delinquir, lavado de activos, fraude y falsedad genérica. En total serían 22 las personas denunciadas que actualmente ejercen cargos en la referida Comunidad.


Según el diario ‘La República’, “la fiscal señaló que la Iglesia no ha podido justificar la procedencia del dinero con el que se constituyó y mantiene en la actualidad”. El Poder Judicial todavía no se ha manifestado al respecto, pero es cuestión de tiempo para que dé luz verde al procesamiento de los líderes de ‘Pare de Sufrir’.


Lo más llamativo del caso es el uso que los hermanos dan al dinero recaudado pues al parecer lo destinan a comprar inmuebles que ponen a su nombre. Dentro de los activos inmobiliarios adquiridos estarían departamentos y varios hostales que generan sustanciosas rentas. La desviación de los fondos de por es sí delictiva; pero la adquisición de hostales, en el caso de un movimiento cristiano, es totalmente inmoral.


Imaginen la cantidad de conductas pecaminosas que promueven alquilando habitaciones a menores de edad, adúlteros, prostitutas y travestis. Queriéndolo o no, han abierto locales en los que se practica la lujuria.


Los pagos de que realizan los miembros de la comunidad sirven para comprar los favores del cielo. Bajo el lema “Dios da más a quien da más” han puesto valor a las bendiciones del Señor. Su cariño y afecto literalmente se vende a quien ofrece más como si se tratara de una subasta pública. Quien gana el remate, según los pastores, tendrá prosperidad inmediata.


El mensaje de ‘Pare de Sufrir’ es que la felicidad se puede comprar como cualquier otro bien. La vida no tiene por qué ser un valle de lágrimas para los que contribuyen generosamente con su óbolo. Los líderes de la secta no hablan de amar al prójimo, perdonar ni hacer caridades con los más pobres, sino que toda la gracia de Dios puede concentrarse en el individuo, previo pago, por su puesto.


Para nada mencionan valores como la solidaridad desinteresada ni virtudes cardinales como la fe, sino en que uno puede acceder a la divinidad pagando. No interesan las buenas obras ni acciones a menos que favorezcan a la secta. Todo lo bueno que se haga fuera del recinto no vale ante los ojos de Dios pues la verdadera devoción se expresa en dinero contante y sonante dentro del templo.


Los fieles compiten por agradar a su Dios como Caín y Abel, cuya ofrenda le agradó más y le costó la vida a manos de su hermano. Algo parecido al relato bíblico del Génesis promueven los pastores al pedirles ofrendas a los fieles. La disputa que desatan se vuelve frenética cuando pasan una canastilla o una bolsa de tela extendida por los asientos. Algunos dan todo lo que tienen bajo la creencia de que recibirán más dicha y protección.


Para hacerles creer a los concurrentes que los pastores son intermediarios del Yahve hacen supuestos milagros como hacer caminar a “paralíticos” y quitar males en articulaciones, extremidades y cualquier otra parte del cuerpo. “La fe los ha curado” dicen desde el estrado alabando al Todopoderoso por el milagro concedido. Después de la “revelación” o “manifestación” divina comienza otra ronda de donaciones aprovechando el deslumbramiento e ingenuidad de los feligreses.


El dinero recolectado es llevado a Israel, según ‘La República’, “para ser bendecido a fin de que se duplique”, pero se utiliza para la compra de activos inmobiliarios. La pregunta es, ¿cómo pueden garantizar rendimientos de 100% si no son bancos de inversión, hedge funds, corredoras de bolsa, agentes financieros o fondos especulativos?


Peru21 informa:



Un nuevo testimonio que denuncia los irregulares manejos al interior de la Comunidad Cristiana del Espíritu Santo, conocida como “Pare de Sufrir” ha salido a la luz. Se trata de Vilma Meléndez Valencia, una empresaria de Gamarra, quien asegura haber sido estafada por la congregación religiosa por más de 122 mil dólares.

La agraviada señaló que ingresó a esta comunidad en 1997 y durante 10 años entregó el dinero por concepto de “sanidad” y “prosperidad” como parte del diezmo, que – aseguró la indignada mujer – es obligatorio.

Sostuvo que los representantes de la iglesia “fiscalizaban sus ingresos”, para que esta no los engañara con el monto de las ofrendas. Estas circunstancias obligaron a Meléndez a denunciar el hecho en 2007 ante la Fiscalía.

La empresaria mostró para América TV la copia de todos los cheques girados a la congregación religiosa como parte de los diezmos.

HAY VENGANZA. La agraviada asegura que fue agredida cuando reclamó a la iglesia por su dinero. Los representantes de esta Comunidad la denunciaron por intento de homicidio y – dijo la mujer – le “sembraron” pruebas falsas”, asegurando que portaba dos cuchillos con los que pretendí asesinar al pastor.

Finalmente, pidió garantías para su vida, ya que – agregó – recibe constantes amenazas telefónicas. “Que pena das mujer, luchando contra un gigante. Si sigues te embarramos. Es sencillo aplastarte”, dice un mensaje de texto que llegó a su celular.

NO ES LA PRIMERA VEZ. Este testimonio se suma al de la ex tesorera de “Pare de sufrir” Rosario Guadalupe Marti Mar, quien reveló que dicha comunidad viene estafando a sus seguidores falsificando el aceite santo y la sal de Jerusalén, el agua bendita y el manto sagrado.

En 2006, la iglesia adquirió el local del ex cine City Hall de la avenida Venezuela en US$830 mil, cancelando una cuota inicial de US$150 mil. El resto del dinero se pagó en menos de un año

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