jueves, 9 de agosto de 2007

POBREZA Y CRECIMIENTO EN EL PERÚ

POBREZA Y CRECIMIENTO EN EL PERÚ

Limberg Chero S.

Los análisis gruesos de elasticidad producto-pobreza [l1] realizados a partir de las cifras del Producto Interno Bruto (PIB) [l2] Real peruano y de pobreza y niveles de vida correspondientes a la Encuesta Nacional del Hogares (ENAHO), recientemente publicada por el INEI, indican que cada punto porcentual de crecimiento del PIB peruano redujo la incidencia de pobreza en 0,33% aproximadamente durante el trienio 2004-2006. En ese lapso el PIB creció en 15%, en tanto que la pobreza se redujo en 4%.

Abusando de este somero cálculo, que se agravaría usando el PIB per cápita real, podemos proyectar que la meta de reducir la incidencia (el porcentaje) de pobreza nacional a 30% para los próximos cuatro años, señalada por el Presidente García en su mensaje de fiestas patrias, necesitaría que en ese período se tenga un crecimiento de 9,7% anual en promedio. La otra opción es 7% en los próximos 61 meses.

Para cerrar la feria de datos aparentes, reducir la pobreza a la mitad de lo que es actualmente, necesitaría otros 3.6 trienios similares al actual (es decir, de 15% de crecimiento).

La cifra dada por García compromete al gobierno en un esfuerzo sin precedentes en el país. Llama poderosamente la atención cómo es que esta cifra llegó al mensaje, pues los estimados presentados por el propio ministro de Economía[1], y los números puestos en el Marco Macroeconómico Multianual (MMM) 2008-2001 señalaban otra cosa (ver cuadro 1).
Cuadro 1[2]






Fuente: Marco Macroeconómico Multianual. Elaboración: PLADES



Esperamos que esta cifra no haya sido una confusión aritmético logarítmica que la pluma presidencial trató de imponer la noche previa al discurso, y que, por el contrario, signifique un compromiso con la focalización de los programas sociales. Es decir, con la lucha contra la filtración (30% de no-pobres son ayudados creyendo que sí lo son) y la subcobertura (los pobres a los que no se ayuda).




Gráfico 1



No obstante el pasado de nuestro gobernante, hoy existen iniciativas que hacen pensar que lo segundo es posible. Así, se ponen en práctica iniciativas como la del Sistema de Focalización de Hogares (Sisfoh)[3] y Juntos, aunque, por otro lado, el manejo de las cifras de pobreza y su interpretación merecen un comentario aparte.

Sisfoh pretende ubicar la pobreza urbana, tomando en cuenta las características de la vivienda, el gasto en servicios, y las características de los miembros de la familia (incapacitados y otros). El programa empezó en junio con 20 ciudades, haciendo énfasis en aquéllas que el INEI identifica como con mayor incidencia de pobreza. En una segunda etapa, hacia el año 2009, el sistema estará en 243 distritos cuya población no sea menor de 20 mil habitantes.



A la par de SISFOH, en el sector rural el programa Juntos se encargará de un empadronamiento bajo los mismos parámetros. Se espera que para 2009 entre ambos se tengan empadronados a 19 millones de personas (no todos pobres desde luego).



El gobierno se ha puesto una valla muy alta. Realizar la tarea requiere de un fino trabajo previo sobre la dimensión de la pobreza, que demanda un trato sincero de la situación, si de verdad se quiere avanzar.



En esta tarea el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) juega un rol importante porque marca la pauta de cómo va la situación. Al respecto, el 19 de julio pasado, presentó el informe de estadísticas oficiales de pobreza[4] en el cual textualmente señala que "en el período 2004-2006, la incidencia de la pobreza disminuyó en 4,1 puntos porcentuales al pasar de 48,6% en el 2004 a 44,5% en el 2006. Esta disminución en los niveles de pobreza se observa en mayor proporción en Lima Metropolitana, en donde la pobreza disminuye en 6,7 puntos porcentuales, pasando de 30,9% en el 2004 a 24,2% en el 2006. Esta reducción en los niveles de pobreza es consecuencia de un mejoramiento del ingreso y gasto de los hogares.





Cuadro 2






De otro lado, a nivel de área urbana y rural, la pobreza también disminuye en el mismo período de análisis. La pobreza de las ciudades, disminuye en 5,9 puntos porcentuales, pasando de 37,1% en el 2004 a 31,2% en el 2006. En tanto, en el área rural la pobreza disminuye levemente pasando de 69,8% en el 2004 a 69,3% en el 2006, es decir 0,5 puntos porcentuales menos". El INEI rescata este resultado, pues, en sus palabras, "Este hecho es muy importante, en tanto denota la no agravación de la situación de pobreza que existe en la sierra especialmente en las áreas rurales, a pesar de los altos niveles de pobreza existentes."




Cuadro 3



Desde nuestro punto de vista, no resulta claro cómo es que reducir la pobreza rural 0.5% es importante, sobre todo teniendo en cuenta que la sierra rural aumenta su nivel de pobreza, y con ella, la de seis provincias (Junín, San Martín, Huancavelica, Pasco, Apurímac y Ayacucho) (ver cuadro 2 y 3). Más preocupante aún es observar como ha aumentado en 0.3% la pobreza extrema en la zona rural; lo mismo que en la selva y en la sierra (ver cuadro 4).




Cuadro 4





Además, es también preocupante que no se diga mucho respecto de la brecha y la severidad, que son datos que sólo se muestran en el anexo del documento.



La brecha presenta la diferencia porcentual promedio entre la línea de pobreza y los gastos efectivos de los pobres. Es decir, es un indicador de la distancia promedio entre el gasto de los pobres y el costo de la canasta normativa o línea de pobreza respecto a la población total.





Cuadro 5



Con este indicador se sabe qué tan pobres son los pobres, pues un porcentaje alto indica que a los pobres les hace falta aumentar mucho sus ingresos y gastos para poder salir de la pobreza. (Ver Cuadro 5)



Al mismo tiempo, la severidad (calculada como la brecha al cuadrado[l3] ) de la pobreza es un indicador que muestra la situación relativa de los más pobres respecto a la de los menos pobres. Es decir, indica cuánta desigualdad hay entre los pobres. Este indicador es un promedio de la intensidad de la pobreza que se obtiene dando un peso mayor al déficit de los más pobres. (Ver Cuadro 6)



De lo observado, ni la brecha, ni la severidad han disminuido significativamente entre 2004 y 2006. Peor aún, en las zonas rurales, donde el porcentaje de pobres no se redujo, la brecha y la severidad de la pobreza aumentaron –aunque no significativamente–, lo que demuestra que no hay mejora sustancial en la situación de los pobres.



Cuadro 6





Si como dijimos, el reto presidencial está hecho con la intención de hacerlo realidad, entonces hay mucho por hacer. Las comunidades rurales de la sierra y selva tienen un descontento acumulado, cuyas razones pueden verse en el informe del 2006 del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). El Índice de Desarrollo Humano no sólo mide la capacidad de gasto, sino que agrega temas como escolaridad y alfabetización. En el gráfico 2, vemos que en el IDH por departamento, sólo 10 departamentos superan el indicador de 0.6.



Gráfico 2

Fuente: Informe IDH Perú 2006. PNUD

Elaboración: PLADES



Esta situación, unida al desempleo, el subempleo y la poca redistribución de riqueza, según percibe la población en los últimos años, genera un clima ideal para iniciativas radicales que ofrezcan acabar con tal estado de cosas.


Gráfico 3



Opinión de la población peruana respecto a los principales problemas del país

Fuente: Apoyo Opinión y Mercado.

Al respecto Apoyo preparó el año pasado un mapa de la percepción popular respecto a los principales problemas del país (Gráfico 3), en el cual se observa que hace más de una década que la pobreza y el desempleo son percibidos como los problemas álgidos de nuestra sociedad.

Gráfico 4

Ingreso per capita según regiones

Fuente: ENAHO 2006, INEI.

Elaboración: Macroconsult

Según los resultados de la ENAHO respecto a Ingresos (ver Gráfico 4), sólo siete departamentos superan el ingreso per cápita de 400 soles. A su vez, las tres primeras economías departamentales, en conjunto, superan en 300% a cualquiera de las otras (ver Gráfico 5). Según este panorama, la lucha contra la pobreza enfrenta problemas estructurales que no se pueden tratar someramente con análisis efectistas.


Gráfico 5

Tamaño de las economías regionales.


Fuente: ENAHO 2006, INEI.

Elaboración: Macroconsult


Desde luego, el reto también es llevar a cabo una verdadera reforma que permita evitar el asistencialismo y las ayudas de corto plazo, que no hacen nada para que el crecimiento realmente se distribuya (chorree) entre toda la población (fomentar equidad en la distribución del crecimiento de la riqueza de un país). En ese aspecto la educación juega un rol importante como medio de empuje para que la población objetivo de la ayuda esté deseosa de "aprender a pescar". Si no, veamos las investigaciones de Eric Hanushek, quien en el foro Quo Vadis Perú de la Cámara de Comercio de Lima (CCL), a mediados de julio, mencionó con cifras reales que los países con mayor desigualdad en el nivel educativo, son los que tienen mayor desigualdad en la distribución de la riqueza. Asimismo, destaca que la inversión en educación debe ser sobre todo en ciencias, que presenta el mayor nivel de crecimiento condicionado a saber Ciencias (ver gráfico 6).


Grafico 6



Crecimiento por regiones del mundo y

Resultados en Matemática y/o Ciencia




Fuente: E. hanushek. Universidad de Stanford.

Elaboración: Quo Vadis Perú. CCL



Y además, debemos tener una política de largo plazo, que permita que en 20 años despeguemos hacia una nueva situación en la que la educación rinda 10% de crecimiento y más.

Gráfico 7

Incrementos en el PIB como resultado de mejoras en el conocimiento.

(0.5 de desviación estándar)



Fuente: E. Hanushek. Universidad de Stanford.


Elaboración: Quo Vadis Perú. CCL



[1] Ver declaraciones del ministro de Economía dadas ante el Club de la Banca y Comercio el 3 de julio de 2007. Diario Gestión, 4 de julio, titular de página 12.


[2] MMM 2008-2011, p 17. Aprobado en sesión de Consejo de Ministros del 30 de mayo de 2007


[3] SISFOH fue iniciativa de la Comisión Interministerial de Asuntos Sociales (CIAS), de la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM), que vio la luz como Decreto Supremo en el 2004, pero recién empieza a funcionar.

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