martes, 9 de octubre de 2007

Hay un divorcio entre universidades y centros educativos

Ex director de Educación Martín Palma

(Piura).- Tratar de encontrar las causas del fracaso de miles de jóvenes ante los exámenes de ingreso no es del todo sencillo. Pero, para el ingeniero Martín Palma Lama, ex director regional de Educación y docente de la Universidad de Piura, al menos hay algunas razones que están a la vista y deben tomarse en cuenta: la falta de objetivos claros en colegios y universidades (particulares y públicos), exámenes de ingreso que evalúan –por lo general– fundamentalmente conocimientos, carencia de hábitos de estudios en los chicos y falta de vinculación de las instituciones educativas con el entorno, entre otras.

En el fondo, señala Palma Lama, "hay un divorcio entre lo que pasa en los centros educativos y lo que sucede en las universidades. Éstas exigen perfiles que, al parecer, no están en los objetivos de formación de los colegios. Además, hay un claro sesgo en los exámenes de admisión que miden, fundamentalmente, conocimientos. Esto de ninguna manera quiere decir que los alumnos de hoy tengan menos capacidades o habilidades que los de antes".

¿Qué está pasando entonces con los exámenes de ingreso?

Pienso que estos buscan seleccionar a los alumnos que las universidades quieren para desarrollar con ellos unos contenidos que permitan tener los profesionales que busca formar. No hay un claro entendimiento entre las acciones y esfuerzos que se hacen en secundaria y lo que hace la universidad; hace falta una concatenación de esfuerzos entre ambas.

Pero, si el Ministerio de Educación marcha, prácticamente, aparte de la ANR (Asamblea Nacional de Rectores) y viceversa

Ese es el problema. Creo que la estrategia del bachillerato era una idea formidable. Los alumnos tendrían, al terminar la secundaria, 2 años adicionales para descubrir su área o carrera de interés; para encontrar y desarrollar sus habilidades y aptitudes para desempeñarse en determinada carrera. Lástima que la idea no prosperó. Esto también daría tiempo para que los alumnos adquirieran la madurez necesaria para decidir qué harán el resto de sus vidas; al fin y al cabo al elegir la carrera no deciden sobre los próximos 5 años, sino sobre su vida.

No hay bachillerato. ¿Qué hacer entonces?

Las universidades deben mirar hacia la educación básica. No basta con ponerse metas o estándares altos, que hacen que los chicos tengan que buscar la manera de lograrlos, independientemente, de lo que recibieron en el colegio. Y, al revés, no basta que los colegios den unos contenidos básicos; necesitan mirar qué requiere la sociedad al final de una formación. Esto ayudará a que la educación siga un desarrollo más uniforme, con pasos menos abruptos, entre un nivel y otro.

¿Qué otros factores están jugando en contra?

La falta de objetivos claros. Por lo general, ni en la educación básica ni en la universidad (pública o privada) los tienen; cada nivel apunta a un lado diferente. Así, por ejemplo, hay colegios (públicos y privados) con vallas muy pequeñas que los alumnos pasan con facilidad y muy buenas notas. Esto deja satisfechos a todos: padres, profesores y al estudiante; otros ponen metas y objetivos muy altos, entonces el colegio o la universidad se convierten en una suerte de seleccionador. Separa los mejores de los peores y funciona por los estándares que tiene en su 'cabeza' según su experiencia. Ningún extremo es bueno: de nada sirve tener notas muy altas (18, 19 ó 20), si no hay objetivos o éstos no se cumplen plenamente; tampoco valen notas excesivamente bajas como resultado de vallas demasiado altas para los objetivos planteados.

¿Qué salidas se pueden dar? ¿un ciclo 'Cero' como el de la facultad de Ingeniería de la UDEP o academias, institutos preuniversitarios o una mixtura?

La solución de los problemas educativos nunca es de corto plazo. Hay que empezar a cambiar el sistema, hacer que los profesores trabajen por objetivos (en Inicial, Primaria, Secundaria o en la Universidad). No hay que asustarnos cuando nos toca una promoción 'mala', hay que trabajar más con ella, no poner notas inapropiadas innecesariamente; tampoco hay que asustarnos si llegan promociones 'buenas' ni exigirles mucho más, o aumentar la nota máxima, hay que trabajar por objetivos.

¿Cómo establecer estos objetivos?

Trabajando de acuerdo a lo que la sociedad quiere. La Universidad investiga, sí, pero en el tema de formación lo que hace es dar profesionales al entorno; entonces, ¿qué tan vinculados estamos a la sociedad? No sólo respecto a los profesionales que salen, las empresas que los contratan o el mercado laboral que encontrarán, sino también sobre qué alumnos llegan a la Universidad. Esto es lo que también está mirando la Universidad de Piura y después de 3 años de estudios (del nivel que traen los alumnos, repitencia, deserción en el primer mes, etc.) en el 2006 planteamos poner un nivel adicional que permita alcanzar esos aprendizajes que muchos alumnos no traen.

Bueno, hablamos de colegios y universidades, pero ¿Qué pasa con los estudiantes en sí?

Su mayor problema al ingresar a las universidades es su falta de hábitos. No saben manejar bien sus tiempos. El colegio los acostumbró a ordenarles la vida: clases de 7.00 a.m. a 2, a 3 ó 4 de la tarde, de lunes a viernes. Luego, almorzar, asearse, hacer tareas, ver TV, cenar y a dormir.

En la Universidad debe administrar sus tiempos. Tiene algunas horas de clase y luego él debe organizarse, entonces: shock total. Además, están acostumbrados a practicar o dar exámenes sobre separatas preparadas, estudian una y les toman examen de ésta. No están acostumbrados a leer un libro ni a revisar bibliografía.

¿El bachillerato podría reemplazar el ciclo introductorio que tienen también otras universidades?

Perfectamente, porque después de su educación Primaria y Secundaria el chico puede seguir su bachillerato de números, de letras o uno ocupacional, según sus aptitudes. En dos años podría adquirir las competencias que le faltan. No habría la alta dispersión que tiene la formación básica actual (Física, Religión, Historia, lengua, Literatura, Formación laboral…etc.). Sería ciencias empíricas y Matemáticas o Letras, historias, filosofías para los que quieren otra cosa…

¿Qué debería hacer el MINEDU y que está haciendo?

Sé que han sacado un currículo pero no puedo opinar sobre éste hasta que no haya resultados. También hay un Proyecto educativo regional bastante bien hecho, planteado en los últimos años, pero hay pocas iniciativas sobre proyectos concretos echados a andar.

¿Qué falla?

El sistema en general. Los profesores saben lo que tienen que hacer, al menos en cuanto a metodologías y estrategias, pero necesitan utilizar estos mecanismos nuevos para llegar a sus alumnos de mejor manera, con mayor entusiasmo. Esto debe venir desde la inicial. Por otra parte, la mamá y la familia en general deben estar detrás de la educación de los hijos, saber qué hacen en sus ratos libres si avanzan o no. Es decir, cada quien debe asumir su responsabilidad.

Por otra parte, las universidades deben conversar con los padres de los nuevos alumnos para explicarles que la Universidad es un nivel distinto al anterior, que hay que cambiar de estrategias, porque los chicos no son los suficientemente adultos ni maduros, a veces tienen solo 15 ó 16 años. Hay que trabajar bien el tema de hábitos con los chicos, pues deben adquirir una serie de formas de ser que necesitan.

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