lunes, 6 de abril de 2009

Dionisio Romero al descubierto: Retiro moral.

Por César Reyna.

Analizando la interesante entrevista que concedió al diario El Comercio.

Cuando Dionisio Romero, mandamás del Grupo Romero (accionista mayoritario del Banco de Crédito, ALICORP, Ransa, entre otras empresas), admitió como adecuado (asintió con la cabeza en realidad) las insólitas y perturbadoras declaraciones del presidente García -en las que manifestó que volvería a intervenir el próximo proceso electoral para impedir que llegara el candidato antisistema (por Ollanta Humala)-, reveló su verdadera catadura moral. Esa es, al menos, nuestra peculiar interpretación, ya que no se distanció del comentario del megalómano mandatario en un encuentro de banqueros regionales (compartieron la mesa principal).

Una semana después concedió una entrevista al medio informativo más conservador del país: el diario El Comercio. La entrevista fue mucho más sustanciosa que su ominoso silencio en la cita anterior porque eliminó cualquier tipo de duda acerca de su moralidad. El encabezado con el que abre la nota periodística causó mucha gracia pues Romero dice ser "de centroizquierda". El día de los inocentes ya había pasado, pero el poderoso empresario no se había dado cuenta. O tal vez pretendió arrancarnos una sonrisa en medio de la crisis financiera internacional que asola al planeta. Si esa fue su intención primigenia debo confesar que lo logró su cometido.

Dejando a un lado la comicidad de tan singular personaje, resulta de veras estremecedor que se haya sincerado tras delegar sus funciones a su hijo mayor y Walter Bayly en el Grupo Romero y en el Banco de Crédito del Perú (BCP), respectivamente. La primera pregunta que lo pinta de cuerpo entero aparece a la mitad de la entrevista. En ella una dupla de periodistas le pregunta acerca de su relación con el poder, y éste responde: "Trato de que no me llamen mucho porque cuando lo hacen nunca es para regalarte nada". Su contestación lo incrimina moralmente porque está dando a entender que toda ayuda del Estado es bienvenida. Esto no es poca cosa pues muchos hombres de negocios han hecho fortuna y están acostumbrados a vivir de las tetas del Estado. En el caso de Romero se podría afirmar que se benefició con la emisión de bonos que realizó el Estado Peruano para comprar la cartera pesada del Banco de Crédito del Perú, así como el crédito otorgado al Grupo Romero (ALICORP) por la Corporación Financiera Internacional del Banco Mundial por US$ 80 millones dólares, que contó con la aceptación de la representación del gobierno peruano en el Banco Mundial.

Los comentarios sintomáticos no concluyen allí, pues Romero expresa que no tenía conocimiento que Vladimiro Montesinos fuera corrupto cuando lo conoció ya que "no vio en él signos exteriores de riqueza". Tal vez este caballero no se haya percatado del deslumbrante Rolex de platino que el ex funcionario público usaba en la muñeca izquierda (Montesinos casi siempre vestía camisas de manga corta o polos Lacoste o Ralph Lauren para exhibir cualquier de sus 5 relojes de la marca Rolex). Pero eso es simplemente anecdótico, ya que sí sabía que el asesor "abusaba del Poder Judicial". Es decir, que para el banquero de banqueros intervenir en un poder del Estado (cambiando el sentido de las resoluciones y persiguiendo a los enemigos del régimen, entre otras perlas) no convertía a Montesinos en corrupto, aunque las organizaciones de derechos humanos, los medios, los jueces, la fiscalía y la sociedad civil opinen lo contrario. Don Dionisio afirma que "sabía que abusaba del Poder Judicial", pero no que "robaba plata". En la segunda parte de la misma pregunta (sobre su relación con el ex asesor) indica que fue a visitarlo para solucionar el problema judicial de los socios de la pesquera Hayduk, quienes habían sido procesados por narcotráfico y lavado de activos. "Yo fui por un tema específico. Me arrepiento por todos los problemas que me trajo, pero aquí un cliente necesitaba ayuda (Euducio Martínez y su familia) y lo estaban fregando y cerrando sus fábricas". Señala que fue por el banco ("Por el banco yo voy", según le dice a Raimundo Morales, quien se lo pidió) en auxilio de un cliente, pero lo que no dice es que buscaba la administración judicial de los bienes de su atribulado cliente. En el vídeo que lo vincula con el ex jefe de facto del SIN no pide que se deje en paz a un empresario, sino que se le conceda, como acreedor, las plantas harineras y las embarcaciones para poder cobrar la deuda que Hayduk tenía con el BCP. Así, por si fuera poco, el Grupo que presidía incursionaría con fuerza en otra área de negocio al apoderarse de una pesquera bien posicionada. Pero eso no es todo lo que podemos extraer de la controvertida charla pues casi al final de la primera parte dice que no tenía idea quién chantajeaba a su cliente en ese momento. Difícil de creer, y más cuando él mismo mencionó o da a entender que Montesinos controlaba el Poder Judicial, ya que las presiones provenían de ese poder.

Resulta no menos impactante cuando asevera que el Banco de Crédito no participa en política, aunque financió las campañas de los principales partidos políticos desde 1985 en adelante, caso del APRA, PPC y AP. "(El BCP) Nunca debe asociarse mucho con un gobierno porque luego viene otro y estás en la vereda equivocada. Entonces, el BCP no interviene. A veces los medios dicen que sí, pero no es cierto; nosotros no intervenimos en política". Luego de este pronunciamiento debemos refrescarle nuevamente la memoria al señor Romero pues parece haber olvidado las declaraciones que ofreció al diario Expreso (23/06/99), en ese tiempo al servicio de la autocracia, en las que pedía a Alberto Andrade -ex alcalde Lima- no postular a la presidencia el año 2000; califica la trayectoria de Luis Castañeda -el otro candidato de la oposición- de poco conocida, además de tener una visión cortoplacista de la economía; y, por último, promueve la tercera e ilegal reelección de Alberto Fujimori, "de lo contrario, el Perú saltaría al vacío", sentenció. Así, Dionisio Romero pasó a ser un integrante más del clan fujimorista.

Para terminar con esta primera entrega (habrá una segunda), Romero es interrogado acerca de la forma en que Montesinos abandonó el país (recordemos que abordó el avión corporativo del BCP, el mismo en el que se desplazaba cómodamente Don Dionisio). A lo que responde: "Sí, es cierto. Lo alquilaron. Me llamaron de Palacio (de Gobierno), David Saettone, que era ex funcionario del BCP, y me lo pidió. Maldita la hora en que dije que sí". Romero no fue sentenciado por ayudar a un prófugo de la justicia porque en ese momento no se expidió un mandato judicial que ordenara su captura (recordar nuevamente que el prófugo en cuestión controlaba la fiscalia y el aparato judicial). Dice estar arrepentido de haber alquilado su lujosa aeronave, aunque no de haber concurrido a la salita del SIN, seguramente porque concretó muchos turbios y estupendos negocios con el 'Doc'. Naturalmente existen omisiones importantes en esta respuesta, como en las anteriores, pues el funcionario que solicitó el alquiler fue "premiado" con un puesto en una importante empresa del grupo.



Link: http://www.elcomercio.com.pe/noticia/269304/dionisio-romero-se-jubila-se-confiesa-soy-centroizquierda

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