lunes, 11 de mayo de 2009

FLASH 2012: No deben morir peruanos ni chilenos (Guerra Perú-Chile)





DESPUES DE LA HAYA: ¿HISTORIA DE UNA MUERTE ANUNCIADA?

Francisco José Falcón

falcongs17@hotmail.com

Tercera semana de Junio del 2012. La Corte Internacional de Justicia de La Haya desde su sede en el Palacio de la Paz, en el número 2, 2517 de Carnegieplein, ha expedido su fallo unánime, a principios del mes DECIDIENDO que:

1) las excepciones preliminares chilenas objetando la competencia de la Corte y la admisibilidad de la solicitud peruana, son improcedentes;

2) el pedido de intervención en el litigio de parte de Bolivia, es inadmisible;

3) los dos extremos de la demanda que el Perú iniciara contra Chile en enero del 2008, son fundados; en consecuencia,

4) hace conocer a las partes y al mundo que el curso de la línea de frontera entre las zonas marítimas de los dos Estados, de acuerdo con la ley internacional, es una línea equidistante entre las prolongaciones de sus territorios adyacentes al mar desde sus líneas de base y que el Perú posee soberanía marítima exclusiva en esta zona hasta el limite de las 200 millas náuticas desde la costa pero fuera de la zona económica exclusiva de Chile o de su zócalo continental.

El fallo fue recibido con entusiasmadas manifestaciones populares e ilimitada alegría en el Perú, pero originó un silencio sepulcral en el país del sur que, según se sabe por fuentes extraoficiales, intentaría la revisión de la sentencia, lo cual se contempla dentro del Reglamento de la Corte. Chile, efectivamente, intenta la revisión del fallo.

Enero del 2013. Inusualmente, por el breve tiempo dedicado por la Corte a la revisión del fallo solicitada por Chile, ésta ratifica el de junio del 2012 en todos sus extremos. La Corte declara inadmisible la fundamentación chilena por no ajustarse a los requisitos del artículo 61.1 de sus Estatutos, por lo que no acepta el pedido de revisión.

Enero – Marzo del 2013. El Perú celebra nuevamente el fallo confirmatorio y exige, por la vía diplomática y ante el Consejo de Seguridad de la ONU y su Asamblea General, que Chile honre el mandato a que le ha compelido la Corte, obligatorio para ese país, desde el día de su lectura, esto es, en junio del 2012 o que, en su defecto, la ONU intervenga en el caso para hacer efectivo el fallo de acuerdo con los arts. 10, 11 y 94 de su Carta. Chile guarda silencio y se mantiene enviando notas diplomáticas dilatorias sobre la ejecución del fallo, es decir sobre la modificación de sus normas nacionales de límites y proyección de las líneas de base que, según la Corte debe iniciarse en el Punto Concordia (en la orilla del mar) y no en el Hito No. 1.

Mayo del 2013. Bolivia se pronuncia sobre el contencioso, advirtiendo que, al sentirse perjudicada por el fallo de la Corte en cuanto a sus aspiraciones de llegar a obtener un territorio soberano que le reporte salida al mar y termine de una vez con su mediterraneidad, se reservará las acciones que crea convenientes para resguardar el derecho que le asiste. Perú, de inmediato, le advierte que no puede pronunciarse sobre un contencioso que ha sido determinado sobre la base de dos litigantes y que debe considerarse un tercero sin intervención alguna como ya lo tiene establecido la Corte.

Junio del 2013. Ecuador manifiesta, mediante una declaración oficial de su Cancillería que, honrará los acuerdos internacionales de cooperación mutua suscritos con la República de Chile, en cuanto sea requerido para ello. Perú contesta que eso es perfectamente admisible y legítimo siempre y cuando no intervenga en situaciones controversiales entre dos Estados ya dirimidas por un organismo internacional. Argentina declara su neutralidad, su vocación de no intervención en el litigio y reitera sus ofrecimientos de buen componedor. Brasil, Colombia y Venezuela hacen lo propio.

Julio del 2013. La noche del 26 de Julio, mientras Perú se prepara para celebrar un aniversario patrio más, Chile captura 14 embarcaciones pesqueras peruanas que faenaban en el extremo sur del límite entre las dos naciones, aún el paralelo geográfico, aduciendo que lo hacían en aguas territoriales chilenas fuera de la zona de tolerancia de 20 millas náuticas que establecía el Acuerdo Pesquero de 1954 y las retiene como intrusas. Se niega a devolver las embarcaciones y sus tripulaciones, enviándolas bajo escolta naval a Valparaíso.

Perú exige su devolución inmediata basándose en que no se ha probado que faenaran fuera de la zona de tolerancia de 1954 y que Chile busca un casus belli para alterar aun mas las relaciones ya bastante deterioradas. La mediación solicitada por Perú y aceptada por el Rey de España es rechazada por Chile. Perú inicia otros intentos de solución pacífica del conflicto.

Agosto del 2013. Chile inicia un proceso investigatorio por delito de espionaje en contra de 14 de los 115 tripulantes de las embarcaciones capturadas y devuelve a los restantes pero no sus naves, lo que provoca la protesta enérgica del Perú que advierte que hará lo que fuere pertinente de acuerdo con las normas internacionales para proteger a sus nacionales y a sus bienes. Envía instrucciones precisas a su Embajada en Santiago para que así proceda.

17 de Agosto del 2013. Perú reitera con renovado ímpetu, en ese día, la solicitud de intervención del Consejo de Seguridad de la ONU, basándose en los artículos 3 y 21 de su Reglamento, para que actúen con el objeto de hacer cumplir los fallos de la Haya y proteger la paz en el subcontinente al considerar que se ha iniciado una escalada de actos inamistosos entre los dos países, atizada con las declaraciones pro chilenas que han hecho en julio mismo y a raíz del incidente marítimo, Ecuador y Bolivia.

18 de agosto del 2013, 3: 45 a.m. Chile decreta la movilización parcial de sus Fuerzas Armadas. Ecuador y Bolivia lo hacen, también parcialmente, dos horas después dirigiendo, el primero, sus unidades de élite hacia la frontera entre Tumbes y la ruta a San Ignacio. Bolivia moviliza frente a Huancané y Bahuaja-Sonene. Perú moviliza en cuatro frentes, a la totalidad de sus Fuerzas Armadas, al norte, al sur, al sureste y al oeste, a lo largo de toda su costa.

19 de agosto del 2013. Chile entrega al embajador peruano en Santiago un ultimátum para que Perú desmovilice parcialmente, dentro de las 24 horas de recibido éste, sus Fuerzas Armadas, a lo que el Perú se niega con nota diplomática argumentando verse amenazado al menos en tres frentes. Ambos países retiran a sus embajadores de sus respectivas sedes.

Ecuador impide el paso a los buques peruanos y a los extranjeros fletados que traen carga bélica al Callao y Paita aduciendo que no permitirá que buques foráneos violen el derecho de paso inocente por sus aguas territoriales, más aún si la carga es para una potencia beligerante.

Anochecer del 21 de Agosto del 2013. Chile inicia tres ataques en simultáneo a lo largo de la frontera sur y parte de su flota ingresa al mar territorial peruano tratando de bloquear Ilo y Mollendo. Bolivia extiende su movilización hasta Tambopata e Iñapari en la selva sureste cerrando las fronteras y concentrando fuerzas en tres lugares estratégicos: Huancané y Mazo Cruz al sur e Iñapari al noreste. Ecuador moviliza también totalmente y concentra sus tropas en la frontera norte y a lo largo de la línea del Putumayo concentrando tenazas en Tumbes, Ayabaca y el río Tigre para amenazar Iquitos. Ambos países no atacan (aunque cabe esperar que lo hagan), al menos todavía, distrayendo ingentes fuerzas peruanas del teatro de operaciones del sur.

Perú intenta rechazar los ataques chilenos pero estos progresan con relativa facilidad en territorio y mar peruanos superando la resistencia a pesar de la fiereza de los combates. Las fuerzas terrestres chilenas avanzan rápidamente en tres columnas paralelas a la costa y entre sí, en dirección noroeste salvo el flanco derecho que se desvía ligeramente como apuntando a Sillustani. En el aire, la superioridad numérica y tecnológica chilena hace inútiles los esfuerzos de la aviación nacional de atacar con eficacia al enemigo, proteger los débiles contraataques peruanos y cubrir las acciones navales. Un intento de desembarcar detrás de las líneas chilenas, efectuado por la Marina, sufre un cruel fracaso al fallar la cobertura aérea. Solamente los submarinos consiguen algunos éxitos pero el número de navíos chilenos y su potencia de respuesta bélica superan sus esfuerzos.

17 de Setiembre del 2013. Las columnas chilenas han alcanzado una línea que va desde Sicuani hasta Puerto Inca pasando por Yauri y Cotahuasi. Han tomado los puertos de la costa y su avance comienza a mermar a las defensas peruanas que llevan casi 30 días de lucha continua y empiezan a sufrir las carencias de armas eficaces, municiones adecuadas, equipos modernos y la destrucción de sus líneas de suministro que son continuamente bombardeadas desde el aire y desde el mar.

Finalmente, el 22 de setiembre, haciendo acopio de todas sus fuerzas, Perú desencadena un contraataque por tierra, mar y aire, con sus últimos elementos de defensa; consigue progresos inmediatos pero que no pueden ser mantenidos por lo que nuevamente se retira desordenadamente a una línea defensiva extremadamente larga y débil, improvisada al fin, que abarca desde Pisco hasta Abancay. Las fuerzas serranas, solo han podido amenazar débilmente el flanco derecho chileno que ha sido el más fuerte junto con su flanco izquierdo. La columna central algo menor, fue sostenida por los sólidos flancos.

La diplomacia internacional, trabajando con ahínco entretanto, consigue un alto el fuego temporal y se fija la línea de statu quo Pisco-Andahuaylas-Abancay-Cusco-Inambari, que los dos países se obligan a respetar.

Julio de 2014. Después de meses de negociaciones infructuosas, con los puertos bloqueados, sin poder militar disuasivo alguno, con el territorio ocupado y con resistencia serrana focalizada pero encapsulada, se firma el Tratado de Límites entre Perú y Chile que reconoce como límites entre ambos países la línea del statu quo y el paralelo geográfico iniciado en Pisco como línea de base. Posteriormente a la fijación de los límites con el Perú, Chile suscribe un Tratado de Amistad y Límites con Bolivia y le entrega, dentro del territorio peruano conquistado, un corredor soberano de 100 kilómetros de ancho entre el puerto de Pisco y Bahuaja-Sonene, que incluye al Cusco como ciudad boliviana creando un Estado-tapón para defenderse de ulteriores intentos peruanos de recuperar territorio.

Perú ganó en La Haya pero perdió, en la realidad, cerca de la cuarta parte de su territorio, sus ciudades, su riqueza, el agua de sus fuentes, el cobre, el gas y el mar adyacente a esas costas y su honor de combatiente.

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Las razones para no creer que los hechos precedentes sean solamente una ficción, son las siguientes:

Perú creyó en la teoría de las cuerdas separadas, como Chile quiso que lo hiciera, no como debió creerla.

Perú no modernizó sus Fuerzas Armadas, oportunamente, en la medida de igualar o superar a sus homólogas chilenas aun cuando sabía que él mismo había iniciado el contencioso ante La Haya y que ello constituía una provocación para Chile.

Perú no instruyó a sus Fuerzas Armadas debidamente ni las potenció como hubiera debido, dejando pasar tiempo valiosísimo que hubiera servido para proteger a la Patria.

Perú creyó que las guerras se ganan con el valor de los hombres solamente y olvidó que el valor, siendo indispensable, también necesita de instrumentos.

Aun estamos a tiempo para que esta ficción no suceda. Pero nada impide que Chile cree un casus belli durante el decurso del proceso ante la Corte y acelere estos acontecimientos: No es comprar armas, es estar preparados y advertir a los padres con hijos en edad de morir en guerra en Chile y en Perú que NO TIENEN PORQUÉ HACERLO!!! Basta ya!

1 comentario:

Anónimo dijo...

¿Para cuál traficante de armas trabaja?