Ante el peso de las evidencias en su contra, el ex mandatario no tuvo más remedio que aceptar los hechos que se le imputan para no perjudicar la candidatura de su hija
-------------------------------------------------------------
Por César Reyna
El ex presidente Alberto Fujimori acaba de reconocer que participó en la entrega de 15 millones de dólares a Vladimiro Montesinos. Dos serían las razones por las que fue aconsejado de no pelear por su inocencia. La primera de ellas sería terminar con este proceso para concentrarse en otros casos en los que tendría más posibilidades de defenderse; la segunda –la más importante- sería no dañar las aspiraciones presidenciales de su hija Keiko ventilando las podridas entrañas del fujimorismo.
Al acogerse a la figura de la conformidad limitada Fujimori acepta los hechos que le atribuye la Fiscalía, más no así la responsabilidad penal, ni la pena ni la reparación civil pretendida por ésta. Su allanamiento relativo se debe a la contundencia de la carga probatoria presentada por sus acusadores. Si se hubiera defendido y resultaba condenado su situación penitenciaria no iba a variar pues ya le habían impuesto una pena[1] de 25 años por homicidio calificado y secuestro agravado. Así, los ocho años de cárcel que solicita el fiscal Guillén se subsumirían dentro de la sanción anterior si se confirma en segunda instancia.
La entrega de la escandalosa CTS[2] a Montesinos tiene muchas más implicancias políticas que jurídicas pues revela los más turbios episodios de la política nacional. Uno de ellos ocurrió tras la difusión del video[3] que propició la caída del régimen ya que Fujimori recompensó a su ex asesor en lugar de destituirlo e iniciar acciones legales en su contra. Otro hecho destacable es que se inventó un plan con el objeto de transferir 69 millones de soles a las arcas de Montesinos. El plan en cuestión se llamaba ‘Soberanía’, y consistía en asignar fondos al Ministerio de Defensa para mantener a raya a las FARC. La solicitud de los recursos provino de esa cartera ya que se había “constatado” que el grupo guerrillero colombiano se abastecía de armas en territorio peruano. La información carecía de asidero pues el propio Montesinos trianguló la venta de armamento procedente de Jordania a las FARC a mediados de los 90.
En cuanto a los aspectos procesales, el abogado César Nakasaki de desvirtúa la acusación de peculado[4] aduciendo que no hubo perjuicio para el Tesoro Público porque Fujimori restituyó el monto el 2 de noviembre de 2000. La entrega de la compensación a Vladimiro Montesinos ocurrió el 22 de setiembre de ese año. Los fondos fueron devueltos al Estado un mes y medio después de que Fujimori se los apropió. A pesar de que el ex presidente reembolsó el integro hay que recordar que no devolvió los mismos billetes que retiró del Banco de la Nación, cuyas denominaciones eran de 100, 50 y 20 dólares, respectivamente, pues reintegró la suma en billetes de 100 dólares.
Los 15 millones que de dólares que recibió Montesinos fueron depositados en un banco de Suiza en setiembre de 2000. Esto salió a la luz el 28 de octubre del mismo año porque la fiscalía helvética detectó cuentas del ex asesor de inteligencia por varios millones de dólares (posteriormente se descubrieron más de 60 millones de la divisa estadounidense). El descubrimiento de las cuentas millonarias de su socio político causó gran temor en el ex mandatario; obligándolo a devolver la cantidad que había sustraído de las arcas fiscales. Pero el dinero restituido no fue el que recibió Montesinos pues éste lo mantuvo a buen recaudo en Suiza. Esto revelaría que Fujimori repuso la suma de una fuente ajena, muy probablemente, de su propio patrimonio. Entonces el dinero que reintegró sería mal habido pues sólo ganaba 2000 soles por mes como presidente (unos 450 dólares, aproximadamente). Siendo esto así, ¿cómo pudo cubrir el tremendo forado que originó en la Caja Fiscal si trabajó toda su vida como profesor universitario?
Casi no quedan dudas de que los 15 millones de dólares salieron del ‘bolsillo’ de Alberto Fujimori, quien debe haber acumulado una inmensa fortuna durante su corrupta gestión. Al término de la audiencia, el parlamentario fujimorista Carlos Raffo sostuvo que la entrega fue “para evitar un ‘golpe de Estado’ por parte de Montesinos”. Esta afirmación debe desecharse porque el propio Montesinos reveló que Fujimori le dijo que podía aprovecharse la caótica situación para desviar dinero a una cuenta en Suiza que posibilite su futura candidatura en el año 2006.
A raíz de las pruebas exhibidas por la Fiscalía, entre las que destaca del decreto de urgencia firmado por Fujimori en el que se autoriza la transferencia de los 15 millones al sector defensa, Nakasaki solicitó la suspensión de la audiencia porque su patrocinado empezó a sentirse mal. Fujimori lucía abatido y no abría los ojos para nada. Fingía escuchar las intervenciones de las partes mientras apoyaba su cabeza sobre su mano derecha. Durmió durante muchos pasajes sin que el Juez San Martín le llamara la atención. Después de la argumentación del fiscal se allanó a los hechos. Las muertes que ocasionó no le preocupaban tanto como ser tildado de ladrón ya que no podría decir que se trata de una venganza política. Para no proporciónale titulares a sus rivales claudicó en el proceso de la CTS. Prolongar este caso, es decir, llevarlo hasta sus últimas consecuencias debilitaría enormemente al movimiento que fundó. Hubiera sido como dispararse a los pies pues cuenta con que su hija lo indulte si llega a la presidencia.
-------------------------------------------------------------
[1] Por los casos de las matanzas de La Cantuta y Barrios Altos.
[2] Compensación por Tiempos de Servicio. Es una suerte de seguro de desempleo que recibe el trabajador cuando pierde su puesto de trabajo.
[3] Nos referimos al video Khouri-Montesinos.
[4] Según el DRAE: “(…) delito que consiste en el hurto de caudales del erario, cometido por aquel a quien está confiada su administración”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario