martes, 15 de septiembre de 2009

Keiko Fujimori y el vladivideo Kouri Montesinos






La candidata presidencial del fujimorismo no se formó precisamente en Boston, Massachusetts, sino en las oficinas del SIN donde pasó su adolescencia al lado de su padre y de Vladimiro Montesinos


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Por César Reyna



A nueve años de la presentación del video que propició la caída del fujimorato no podemos olvidar que en los ambientes del desactivado Servicio de Inteligencia Nacional (SIN) creció Keiko Fujimori. En sus instalaciones vivió y se transformó en mujer mucho antes de ir a estudiar a Estados Unidos con dinero del Estado.


Resulta preocupante que uno de los principales referentes masculinos de su adolescencia haya sido el ex asesor Vladimiro Montesinos Torres, encargado corromper a los congresistas de la oposición en una de las salas en las que Keiko seguramente jugaba a las escondidas con sus hermanos.


Las imágenes que han salido a la luz acerca de lo que sucedía en el SIN muestran la intimidad de los Fujimori con Montesinos. La relación que tenían con ese oscuro personaje era muy estrecha pues no solo se ocupaba de su seguridad, sino de prepararlos para que sean “modelos” a seguir por la juventud peruana.


Los hijos del presidente, entre los que destacaba Keiko, quien desde jovencita asumió el rol de primera dama de la Nación tras la accidentada separación de sus padres, fueron adoctrinados por Montesinos, quien se ganó rápidamente su confianza y afecto. Haber sido criados de alguna forma por ese hombre debería darle mala espina a cualquier peruano que planee votar por el partido de color naranja. Porque lo que pasó en el SIN, a escasos metros de los aposentos de los Fujimori, no podía ser ignorado por quienes fraternizaban con el sujeto más ruin y corrupto de nuestra historia.

A pesar de que Montesinos se encerraba en sus habitaciones y salas de reuniones los Fujimori veían desfilar a una serie de personajes que cargaban bolsas y maletas con dinero como si fuera una columna de hormigas. Los veían pasar casi a diario en los estrechos pasadizos de la sede donde se preparaban sicosociales y atentados contra la libertad de expresión. Los Fujimori, sobre todo Keiko, no podían ser ajenos a lo que pasaba frente a sus ojos pues no vivían dentro de una burbuja palaciega o militar. Algo intuían o debían saber pues resultaba muy sospechoso que personalidades de la oposición salieran (como el ex parlamentario Alberto Kuori) con gruesos sobres luego de darle un apretón de manos a Montesinos.

Keiko fue testigo de la desviación de millones de dólares del fisco a los bolsillos de su padre o de terceros porque recibía dinero contante y sonante de éste cuando lo visitaba en Palacio. Si calló durante todos estos años es porque fue cómplice del desfalco sistemático del Tesoro Público, con el que se financió su educación y estadía en Estados Unidos así como la de sus tres hermanos.



2 comentarios:

Garzón dijo...

LA corrupción va por dentro!

Carlos Pradillo dijo...

Cesar Reyna, un comentario aunque sea pequeño, en realidad considero que no está probado la cercanía de Montesinos con Keiko, salvo la estrecha relación con el padre, a decir verdad si la hubo, en la opinión pública no queda claro su influencia, victima de las circunstancias? si fue testigo o no de la corrupción en aquel entonces nadie lo sabe, pero hoy queda claro a la luz de sus aspiraciones políticas que conciente o inconcientemente solo es una extensión del fujimontesinismo oculto y que la corrupción de aquel entonces no existe en la conciencia,ni en la mente de la señora candidata. Vaya gobernante la que nos espera de llegar a la presidencia..