Cantante colombiano se presentará este domingo con otros artistas internacionales en la Isla para ofrecer un recital por la “Paz”
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Por César Reyna
Cuba ciertamente no es el mejor país del mundo para realizar un concierto contra las guerras porque no es tierra de libertad. Además los conflictos armados a escala global han ido disminuyendo en la actualidad. La única razón para un evento de esa magnitud - congregará a medio millón de cubanos en un caloroso día en La Habana- es rechazar las amenazas del presidente venezolano Hugo Chávez contra Colombia, país que permitirá el ingreso de tropas norteamericanas para luchar contra el narcotráfico y la guerrilla de las FARC.
El mensaje del promocionado concierto es naturalmente indirecto ya que Juanes ni ningún otro artista podrá dirigirse a la multitud con un lenguaje que denuncie la hostilidad venezolana. Siendo Venezuela el principal socio político y comercial del régimen castrista, las calles de La Habana no serán utilizadas como plataforma para pedir el cese de las provocaciones de Caracas.
Más allá de las motivaciones ocultas del evento, está claro que Juanes, por encargo de sus asesores de imagen, pretende convertirse en una especie de Bono –el cantante de U2- latinoamericano. Al promocionar la causa de la paz, una de las más manoseadas, explotadas y trilladas, de las que siempre han echado mano las participantes de concursos de belleza, Juanes busca añadirle una dimensión “humana” o de “responsabilidad social” a su carrera artística.
La campaña del cantautor colombiano resulta tan vacía como muchas de las letras de sus canciones. En vista de que no puede posicionarse como referente del medio ambiente, los indígenas u otras metas del milenio, trata de promocionarse como un hombre consternado por los problemas de la humanidad para vender más música y cobrar más por sus conciertos.
Si de verdad estuviera comprometido con la paz y causas semejantes debería alzar la voz contra las autoridades cubanas que mantienen en prisión a decenas de presos políticos, pedir la libre circulación de ideas o que haya elecciones libres, es decir, democracia. Porque la ausencia de libertades fundamentales es propia de un estado de sitio o de guerra. Cuba tal vez no enfrente una amenaza bélica, pero su población vive bajo las duras condiciones de una ocupación militar. Si eso no es denunciado, ¡no sé que diablos hace Juanes en La Habana!
1 comentario:
De acuerdo! has dado en el clavo.
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