miércoles, 20 de mayo de 2009

Las cuentas de Keiko Fujimori


Las cuentas de Keiko Fujimori


Por César Reyna



Durante el gobierno de Alberto Fujimori el Servicio de Inteligencia Nacional (SIN) manejó más de 500 millones de soles entre 1992 y el 2000. El dinero provenía de los ministerios de Economía, Defensa e Interior. El SIN, como todos sabemos, estaba a cargo del ex asesor presidencial Vladimiro Montesinos, quien no rendía cuentas de las partidas que le eran transferidas. La manera en que Montesinos y sus secuaces asignaban los recursos del Estado era reservada porque se trataba un órgano de inteligencia. Pero más que recabar y producir inteligencia propiamente dicha, el SIN se dedicaba noche y día a mantener a Fujimori en el poder. Para dicho fin corrompía especialmente a funcionarios, congresistas, militares, empresarios televisivos y periodistas. Esto lo sabemos con algún detalle y conocimiento de causa porque el sistema anticorrupción ha procesado y condenado a decenas de operarios del fujimontesismo, incluyendo a Montesinos y al propio Fujimori.

Muchos peruanos sospechábamos que parte de esos fondos engordaron los bolsillos de Fujimori y su siniestro asesor ya que no estaban bajo supervisión de la Contraloría ni de la Presidencia del Consejo de Ministros, de la que supuestamente dependía el SIN en el organigrama estatal. Según las investigaciones de los diarios La República, La Primera y la revista Caretas, el presupuesto del SIN no solo fue utilizado para financiar la reelección del ex mandatario, sino para que los hijos de Fujimori pudieran estudiar en Estados Unidos y viajar alrededor del mundo.

Entre los años 1990 y 2000, un informe de la Contraloría reveló que el monto total de la educación de los vástagos del Ing. Fujimori ascendió a 1.200.000 dólares, cifra que podría quedar corta dada las presumibles comodidades que los cuatro integrantes del clan Fujimori disfrutaron el extranjero. A pesar de la imagen austera que Fujimori padre trató proyectar (uno de los lemas de su campaña de 1990 fue “Honradez, Tecnología y Trabajo”), es imposible que con sus magros ingresos de profesor universitario y presidente (él mismo se asignó un sueldo de 2000 soles) pudiera cubrir los gastos educativos de sus hijos. Recordemos que la campaña presidencial de 1990 debió mermar enormemente su patrimonio y el de su mujer, Susana Higuchi, ya que no recibió apoyó empresarial (los peces grandes estaban con Vargas Llosa). En esa época no le debió quedar mucho dinero ahorrado pues compitió en una carrera electoral en la que hubo dos vueltas electorales. Los gastos publicitarios y logísticos debieron ser fuertísimos para su familia y su pequeño grupo de colaboradores, y más aún teniendo en cuenta la delicada situación en la que se encontraba el país al término del desastroso gobierno aprista (1985- 1990).

En esa coyuntura es difícil imaginar que una persona de clase media, afectada por la segunda hiperinflación más alta del mundo, pudiera tener ahorros de 400 mil dólares, tal como asegura Keiko Fujimori. Ahorros con los que, según la popular congresista, su señor padre cubrió los gastos de su educación y la de sus tres hermanos en Norteamérica. Keiko Fujimori afirma que el costo integral de sus estudios y los de sus hermanos fue de 335 mil dólares, y no más de un millón como señala el informe de la Contraloría. Además de los ahorros en dólares, Keiko asegura que su padre recibió un préstamo “verificable” de 150 mil dólares de uno de sus hermanos. El préstamo en cuestión carece de sentido si fue para solventar los gastos educativos de sus hijos ya que Fujimori pudo cubrirlos con los 400 mil dólares que logro ahorrar en tiempos sumamente difíciles (Fujimori debió atesorar esa cantidad debajo del colchón por temor a que se los confisque el Ejecutivo pues las cuentas en dólares estaban prohibidas).

Su ex socio, Vladimiro Montesinos, reconoció que el ex presidente le pedía dinero de las arcas del SIN, y detalló que la transferencia de un terreno en Monterrico
[1], una de las zonas más exclusivas de Lima, fue fraguada en su despacho. Aquí hay que mencionar que la venta del predio sirvió, según Keiko Fujimori, para financiar sus gastos educativos y de vivienda en Estados Unidos. La venta[2] a una empresa inmobiliaria[3] se hizo en 1998 por 669 mil dólares. La ex primera dama alegó en un primer momento que ese dinero fue utilizado para pagar su educación y la de sus hermanos. Pero en 1998 Keiko Fujimori ya había concluido sus estudios universitarios y su hermano Hiro Alberto estaba a menos de un año de egresar. Evidentemente hay una contradicción como la hizo notar el periodista Angel Páez de La República.

La revista Caretas publicó hace algunos años declaraciones de Montesinos cuando fue interrogado en la Base Naval del Callao por miembros de una comisión investigadora del Congreso. Montesinos reveló a dicho grupo parlamentario que el ex presidente recibía dinero mensualmente del SIN. En una oportunidad el ex dictador le pidió US$ 800.000 para comprar un terreno agrícola en el proyecto Chavimochic, en La Libertad. Matilde Pinchi Pinchi, colaboradora eficaz de la Fiscalía, participó de la entrega de sumas periódicas a Fujimori y su familia. Pinchi Pinchi, quien filtró el video en el que Montesinos proporcionaba dinero a un congresista electo, se desempeñaba como secretaria personal de Montesinos. Ésta entregaba remesas de dinero por un monto cercano al millón de dólares a Fujimori o a su hermana Rosa
[4], prófuga de la justicia peruana. La malversación, el enriquecimiento ilícito y apropiación de fondos ocurrió entre 1998 y el 2000, según pudo constatar Pinchi Pinchi.

Esos dos testimonios comprometen seriamente las aspiraciones políticas de Keiko Fujimori a la presidencia, así como las ridículas explicaciones que ofreció en una conferencia de prensa en el Parlamento para refutar las acusaciones en contra de su padre. Keiko Fujimori no ha podido demostrar cómo es que un presidente que ganaba 2000 soles al mes podía asumir el gasto de cuatro costosas carreras en el exterior. Hasta donde sabemos, los hijos de Alberto Fujimori no trabajaron ni solicitaron préstamos ya que su padre les daba dinero contante y sonante en sus manos. La madre de Keiko Sofía Fujimori, Susana Higuchi, ni sus abuelos maternos aportaron un dólar, pese a ser personas solventes.

El ex presidente Fujimori evitó las transferencias bancarias para que no quede registro de sus irregulares operaciones. Manejó el dinero que recibía directamente de Montesinos como un capo de la mafia, es decir, en bolsas, sobres o maletines que Matilde Pinchi Pinchi previamente acondicionaba.

Los hijos de Fujimori no podían ser revisados por los servicios de seguridad aeroportuaria del mundo porque viajaban con pasaporte diplomático. Así sacaron cuantiosas sumas de dinero cada vez que venían al Perú a visitar a su señor padre. Al parecer Keiko Fujimori realizaba los viajes y se encargaba de pagar las matrículas universitarias
[5] de sus hermanos. Ella era el nexo entre sus tres hermanos y su padre para poder sacar el dinero que Montesinos asegura haber entregado a Alberto Fujimori[6]. La conexión está más clara ahora pues resulta obvio que con 2000 soles[7] (cerca de 550 dólares de la época) no podía justificar egresos abismalmente superiores.

Muchos defienden a Fujimori porque controló la inflación y acabó con el terrorismo, pero esos logros no lo eximían de gobernar honradamente ni hacer lo que quisiera con las libertades. El fujimorismo y el montesinismo no fueron aspectos de lo bueno y lo malo de un gobierno accidentado, sino las caras de una misma moneda que no tenía ningún lado bueno.


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[1] Según Caretas, en la supuesta venta participó Domingo Palermo, quien según la Fiscalía convocó a sus amigos Jaime Guerinoni y Luis Carreras Mesones de Ingenieros Edificadores. El terreno fue vendido en US$ 669,094, al parecer un precio elevado, y en él se iba a construir un edificio de departamentos para recuperar su inversión. La venta fue hecha en febrero de 1999 y hasta el día de hoy no se ha construido edificio alguno.

[2] Según la congresista Keiko, con parte del dinero de la venta del inmueble su padre canceló el préstamo de 150 mil dólares a uno de sus hermanos. También expresó en el año 2001, ante una comisión del Congreso, que el ex mandatario utilizó la mitad (de los 669 mil dólares) y la otra mitad fue depositada a una cuenta a plazo fijo.

[3] Montesinos asegura de los fondos del SIN le entregó a Fujimori US$ 700 mil para que pague el terreno. Además afirma que existe un contradocumento hecho en el SIN, donde se dice que los ingenieros iban a devolver el terreno a Fujimori.

[4] Las investigaciones de la Fiscalía revelan nuevos indicios relacionados a la cuenta de la hija del ex embajador de Perú en Japón, Víctor Aritomi Shinto y de Rosa Fujimori, Yayoi Miriam Aritomi (29) a quien se le encontró una cuenta en el Banco do Brazil de Tokyo ascendente a más de US$ 2 millones.

[5] El diario la Primera (20-05-2009) indica que Keiko Fujimori gastó en estudios realizados en las universidades de Nueva York y Boston, entre 1993 y 1997, la suma de 94 mil 881 dólares, a lo que se agregan los 124 mil 600 dólares que costaron los 68 viajes que hizo al Perú, haciendo un total de 219 mil 481 dólares. También fueron costosos los estudios y viajes de sus hermanos menores Sachi Marcela (178,450 dólares), Hiro Alberto (280,800 dólares) y Kenyi Gerardo (161,150 dólares). En total, el gasto de los cuatro fue de un millón 225 mil dólares, algo imposible de pagar con los dos mil soles mensuales que ganaba Fujimori como presidente.

[6] El reporte preliminar de la Contraloría detalla los gastos de pensiones de cada hijo, así como el número de viajes que hicieron. Además, los gastos de vivienda (109 mil 200 dólares) entre el 2001 y el 2007. Finalmente, agrega los montos en efectivo que su padre daba a Keiko en sus visitas al país mientras ella estudiaba en el extranjero, los cuales suman 280 mil dólares.

[7] Los ingresos de Fujimori desde 1991 hasta noviembre del 2000 ascendieron a S/. 148,870.34.

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